domingo, 15 de marzo de 2009

Un dia Especial 2

Ya me encontraba en mi casa, más concretamente en mi cuarto sentada en mi cama, abrazada a mi almohada y recordando los instantes del beso de esa tarde:
Nuestro labios se separaron, el beso fue apasionado y largo, cerré los ojos dos minutos después de que nos fundiéramos en un abrazo. Él me acariciaba el pelo dulcemente y eso a mi me encantaba.
Después de separarnos tan solo me dijo: nos volveremos a ver. Y se marchó.

Ahora estaba confundida y tenía miles de preguntas rondándome la cabeza. Más, tan solo una de ellas, destacaba; ¿Quién era él?
No conseguía quitármelo de la cabeza, me costó quedarme dormida, pero al final sucumbí al sueño.
Al día siguiente llegué a clase la primera, tiré por otro camino ya que no quería encontrármelo de nuevo. Al rato llegó Cristal, super contenta y comenzamos a charlar, yo le conté lo que me había pasado el día anterior y ella me contestó:
-Jaja y ¿Dices que era rubio y con los ojos verdes? ¿Y que te beso? jajaja no puedo creerme que haga esas cosas el primer día de haber llegado...-
-¿Perdona? ¿Cómo has dicho Cristal?- El profesor entró por la puerta, así que nos tuvimos que sentar en nuestros respectivos asientos.
Durante toda la mañana Cristal se negó a contarme nada pero me dijo que fuera a comer a su casa, llamé a mi madre , se lo pregunté y me dejó. Nos fuimos dando un paseo hasta su casa, que no quedaba muy lejos del colegio aunque sí más que la mía. Era una minúscula casita en la esquina de una avenida, muy humilde y aunque por fuera descuidada, por dentro estaba bien pintada y decorada. Solté mi mochila en su cuarto y nos fuimos a la cocina a preparar algo de comer.
-Bueno, hoy por ser un día especial haré espaguetis a la carbonara ¿Te gustan?- No podía negarme a nada de lo que me fueran a dar a si que asentí conforme.- Espero que él no llegue antes de tiempo.
-¿Él?- Pregunté intrigada.
-Si, ya sabrás de quien hablo mas adelante.- Dijo con una sonrisa torcida que mostraba sus ganas de intrigarme y que conseguía.
Ella acabó de hacer los espaguetis y yo terminé de hacer una ensalada, lo único que me dejó preparar. Pusimos la mesa, y la puerta de la entrada se abrió y cerró.
-Hola, ya estoy en casa. Que bien huele.-Una voz aterciopelada... no podía ser.
-Hola hermanito, tenemos una invitada a comer. Ven al comedor, ya está puesta la mesa y servida la comida.- Al instante apareció una majestuosa figura; pelo rubio , piel blanca, ojos verdes brillantes...
¡No podía ser! Era él. ¿Había dicho "hermanito"?
-Hola.- me saludó con una sonrisa radiante. Se acercó a mi , me dio un beso en la mejilla y me acarició la mejilla. 
-Ho-la...- Titubeé. -Tengo que ..e..irme.. Hasta luego Cristal y...-
-Angelo- me ayudo. Bueno al menos ya sabia como se llamaba. Me dirigí rápidamente a la puerta, Cristal me seguía.
-¿No piensas comer? Por favor... lo he hecho para ti...- Puso ojos de perrito degollado.
-¿Por qué no me dijiste que era tu hermano?- Casi grité de la frustración.
- Pensé que sería una grata sorpresa...- ``¿Grata sorpresa? Absurdo...´´- No te vayas por favor, quédate conmigo a comer, digo con nosotros.
-Si, a mi no me molesta tu presencia.- Detrás de Cristal se escuchó su voz, Angelo hablaba seriamente.

-Bueno...- Contesté sumida en sus ojos. La comida fue divertida, después de todo estaba con Cristal, y su hermano era bastante serio aunque muy simpático es algunas ocasiones. Y además parecía muy listo. Cristal me invitó a quedarme a dormir, vivía sola con su hermano, sus padre murieron hacía tiempo no sin antes dejarles una gran herencia. Llamé a mi casa y mi madre me dejó después de intentos razonables que poco a poco fue comprendiendo.
Era de noche, yo me quedaría en la habitación pequeña de invitados, que estaba justa al lado del servicio, la habitación de Cristal estaba enfrente y Angelo, no sabía pero tampoco me importaba. Cristal se quedo en mi habitación hasta bien entrada la noche, a las 00:35 se fue a dormir, al día siguiente teníamos instituto.
-Hasta mañana, Cristal. Que descanses me lo he pasado muy bien.- Le sonreí y abracé fuerte .
-Hasta mañana mi amor, que descanses.- Tenia un lenguaje algo peculiar, influenciado por su madre que se crió en el extranjero de donde ella y su hermano procedían.- Descansa, mañana será un gran día.-
Salió despacio, haciendo muecas graciosas hasta que desapareció detrás de la oscuridad del pasillo y escuché la puerta de su habitación cerrarse. Me levanté y me asomé cuidadosamente, nada de luz, me fui al cuarto de baño y entré sin tocar a la puerta. Enrojecí al levantar la mirada y verme a Angelo sin camisa y tan solo con una toalla que cubría su parte de abajo. ¿Qué hacía con la luz apagada? No, estaba encendida pero era una luz muy clara. Sus ojos se toparon con los míos que recorrían su figura minuciosamente.
-¿Te gusta lo que ves?- Enrojecí al instante, por el sonido de su voz, por su sonrisa traviesa y por el significado de la pregunta. Me tendió la mano grácilmente, y yo después de pensármelo detenidamente la junté con la mía. Hizo un leve esfuerzo y me situó junto a su cuerpo. Un chasquido se escuchó a mi espalda, la puerta se había cerrado.
-Sabes, no pensé que conocieras a mi hermana.-Sonrió mientras lo decía.- Me alegro que te hayas quedado a dormir hoy.- Recorrió mi cuello con la nariz, y sentí su aliento rozándome delicadamente.
-¿Por qué me haces esto? ¿Si ni siquiera nos conocemos...?-Su mano quitó un botón de la camisa de mi pijama.-¿Qué haces?
-Tu ya me has visto.... ahora me toca a mi .- ¡¿Cómo?! Tenía la camisa totalmente abierta, cerré los ojos. -Además, nosotros ya nos conocemos.- Intenté evadirme de su abrazo pero era más fuerte que yo. Su mano bajó de mi cuello y recorrió lentamente mi pecho, estaba temblando, ¿Qué se suponía que debía hacer? Sus labios se posaron en mi clavícula y subieron hasta que se encontraron con los míos. Entre besos y caricias me deje llevar, ya no tenia puesto el pijama y él recorría mi cuerpo con sus manos.

Era de día, me encontraba en la cama de Angelo, tumbada casi encima suya, él me rodeaba con sus brazos. Le dí un tímido beso en el cuello. Gimió.
-Buenos días.- Dijo dándome un beso en el pelo.
-Hola- Le sonreí. Nuestras miradas se cruzaron y nos besamos.
Estaba contenta por lo que había ocurrido, después de todo me había enamorado, pero ... ¿Nos conocíamos de antes? Salimos al comedor, desayunamos y nos despedimos en la puerta con un beso profundo y tierno. Cristal no se quedó mirando y se adelantó un poco. La alcancé, llegamos a clase y todo continuó como el día anterior, aunque tenía una duda que resolver.
-Oye Cristal, ¿vosotros ya habíais venido antes aquí?- Ella se sobresaltó por la pregunta pero no dejó de sonreír.
-Bueno sí, hace unos años estuvimos viviendo unos meses justo en la misma casa que ahora. Aunque eramos más pequeños, salíamos a menudo. ¿Por qué lo preguntas?.-
-No, nada, curiosidad.- Es decir, verdaderamente podría haberme conocido de antes. ¿pero por qué no me acordaba de él?

3 comentarios:

  1. Awiiiiii....

    o.o
    Han echo lo que Cat no pudo. ¡Oh, yeah!
    Jajaja. Me has dejado con la intriga a flor de piel...waaa (espiración profunda).
    ¡Qué pasada!

    Joder cómo escribes cuando te lo propones ;D

    Sigue escribiendo, amor.
    Te quiero,
    Raque.

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  2. wooo.. sigue con la historia, sigue con la historia Carii.. que me estoy muriendo de las ganas. Seguro que te queda genial. ^^

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  3. ainss mi Nekooo no me habia dado cuenta de que habias comentado¡¡

    Mil graciass ^^ un beso¡¡¡ y kawaiii¡¡

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