viernes, 29 de octubre de 2010

-ÇEntre polvo y rocasÇ-

Agotado, me seco el sudor, y miro a mi compañero con una sonrisa alentadora. Nos queda poco para terminar de trabajar y todos estamos ya muy cansados. Y entonces la tierra tiembla, noto como las rocas se van desprendiendo de la pared. Al principio mi instinto me dice que corra hacia la salida, pero mi sentido común cree que está más cera el agujero. Que es como llamamos a la estancia donde debemos refugiarnos si hay algún percance. Cojo a Mario, mi compañero ya mencionado de la manga y corremos hacia allí. Todos los mineros siguen esa misma dirección. Entonces cuando parece que estamos llegando las rocas comienzan a caer y a golpear a los compañeros mineros. Mario tropieza pero lo ayudo a levantarse, y así todos nos ayudamos unos a otros. Entramos en la sala y las rocas empiezan a tapar casi todas las entradas, dejando pequeños espacios por donde se filtra algo a aire. Aunque aquí abajo, el aire siempre esta cargado de poco oxigeno y mucho polvo que apenas nos deja respirar bien.
Pasan los días, a penas queda algo que comer de los almacenes. El aire es cada vez más denso y nos deja respirar menos. Pero por suerte hoy nos ha llegado una sonda. Todos han vitoreado y Mario, mi compañero le ha escrito una nota a su mujer y la ha amarrado en la sonda en una bolsa de plástico con tiras de goma. No hemos sabido nada más hasta el momento, pero no dejan de llegar sondas y en una de ellas, un compañero; Federico, ha escrito que todos estamos bien y a salvo.
En unos cuantos días volvió una sonda pero entubada que nos traía suero y glucosa, y conforme las horas pasaban llegaban otro tipos de alimentos. Se lo fuimos dando a los más agotados. En unos días nos informaron que cavaban para rescatarnos. Todos tenemos seguridad en ello.
Hoy al fin, vuelvo a ver la luz del sol. Sin nadie que recibirme, me quedo mirando a los demás abrazando a sus familiares. Alegre, abrazo a Mario y estoy seguro de que en esta nueva oportunidad que se me ha dado para vivir, lo haré bien. Viviré de verdad y buscare a mi propia familia.

lunes, 25 de octubre de 2010

*-.(Más allá de las nubes).-*

-Papá, papi.- le toqué la mano fría. Las lágrimas corrían por mis mejillas, buscaban el final de mi cara y caían al abismo.- Papá, prométeme que nos volveremos a ver... ¡Prométemelo!

Él sonrió, estrechó mi mano contra la suya y con un susurro quebrado me contestó.
-Mi niña, mi amada, nos volveremos a ver. Ten por seguro que nunca te librarás de mí.-Sonreí contenta.-Cuándo pasen tres años, volveremos a estar juntos. Te lo prometo, y juntos volveremos a mirar las nubes y contemplar su elegancia.
Me limpió una lágrima, su mano cayó sobre mi hombro. Lloré, lloré como nunca antes lo había hecho. Con 6 años, perdí a mi padre y no había ni un solo día que no contara las horas para volver con él, a su lado.

-----------------------------------

-Han pasado 10 años, todo era mentira. No me vino a buscar a los 3 años, no me quería...no era mi padre. Os preguntaréis como lo sé. Os lo cuento, con la condición de que no lo compartáis con nadie. Solo vosotros, amigos ángeles y yo, un ángel en preparatoria.-Miré a los ángeles que me miraban interrogantes, dispuestos a reprochar cualquier sentimiento impropio, cualquier atisbo de lo que fui y quedó en mi corazón.-No pretendo que lo entendáis, no pretendo que seáis benevolentes, tan solo quiero contárselo a alguien ahora que puedo.

``Al pasar un año del incidente, volví a clases en otra escuela y todas las tardes volvía al parque dónde mi padre murió a mi lado. Mi madre no me echaba en falta, estaba muy atareada resolviendo los problemas en los que se metía mi hermana. Yo no le importaba demasiado, siempre estaba bien, feliz, al menos para ella.
``Un día estábamos en clase y dábamos la lección de los aparatos reproductores. Me hizo mucha ilusión ver que conocía ese temario, así pues, alcé la mano y la maestra me dio el turno de palabra.
-Maestra, ¿verdad que el pene se introduce en la vagina?
``Todos los niños me miraron abriendo mucho la boca, y la maestra se acercó y me pegó un bofetón que resonó en toda la clase. Al instante me puse a llorar, no lo entendía. Me sacó de clase y me llevó al despacho del director. Me regañaron por el hecho de haber dicho algo tan obsceno en clase. A la semana, la psicóloga del colegio pidió hablar conmigo.
-Siéntate-Así lo hice.- Cuéntame porque dijiste eso en clase el otro día.
-Bueno,-tartamudeaba, la garganta se me secaba y las manos se me humedecían de sudor.- no puedo contarlo.
-¿Por qué?
-Él me pidió que no lo contara.-Me encogí de hombros.
-¿Él? ¿Quién es él?- La psicóloga se quitó las gafas y me miró directamente, escrutándome.
-El señor que vivía con mi madre, mi novio.- Me mordí el labio inferior al ver la expresión de la psicóloga.
-Entiendo. Y, ¿qué es lo que hacéis tu novio y tú?
Sonreí, su cara se había suavizado y me miraba con una sonrisa. La garganta se secó más todavía, se cerró, no podía hablar. Las cuerdas vocales me dolían y los ojos me escocían.
-Pues, un día llegó y me pidió jugar a un juego. Me dijo que lo jugaba con mi hermana y mi mamá, así que le dije que sí. Él me quitó la ropa y me tocó en zonas que nunca antes me habían tocado de esa manera. Al principio me avergoncé, pero después confié en él, porque, después de todo, era mi papá.- Sonreí, y una lágrima cayó por mi mejilla. La psicóloga tenía los ojos abiertos de par en par.- Al tiempo me enseñó su pene y lo que tenía que hacer. Juntos lo pasábamos bien, era mi papá, me quería...mucho.

``Me puse a llorar, realmente le echaba mucho de menos. Me gustaban los juegos que compartíamos, siempre en ese campo dónde después de jugar hasta saciarnos, yo nunca me saciaba, nos poníamos a descifrar el idioma de las nubes.
``La psicóloga me abrazó y lloró conmigo. No sabía por qué pero se lo agradecí. Esa misma tarde mi madre me abofeteó, me pegó, me insultó, y lloró. Ella también lloró, mucho más que yo. Después de encerrarme en mi cuarto, se fue al suyo a seguir llorando.
`` ¿Qué es lo que había hecho mal? No entendía nada, no sabía porque mi madre me había pegado, insultado y despreciado. ¿Tanto quería a papá que le molestó que me prefiriera a mi antes que a ella? No lo entendía.


``Pasaron unos 6 meses, mi madre no volvió a ser la misma, no me quería. Mi hermana me repudiaba, no podía estar a menos de dos metros de ella, si no me pegaba. Nos mudamos, no sé bien el por qué, pero nos fuimos a otra ciudad, lejos de todos mis amigos y profesores, de todas formas todos me miraban y trataban mal y raro desde lo ocurrido.
`` Yo solo creía en la promesa que él me había hecho antes de morir. Volvería a por mí. Eso despertaba una esperanza en mi interior que me ayudaba a seguir adelante.
``En la nueva ciudad todos eran muy buenos conmigo, y rápidamente me gané el cariño de todos los de mí alrededor. Estaba feliz, contenta, aunque mi madre y mi hermana no me quisieran, los demás sí. Pero en el fondo sabía que nadie me quería realmente, nadie conocía mi historia ni mi punto de vista, dentro de mí seguía estando sola.

``Al pasar las semanas me hice muy amiga de una niña muy amable, callada y tímida. Lo hacíamos todo juntas y nos veíamos después de clase para estudiar. Ya no me sentía tan sola, y un día decidí contarle todo. Para mi sorpresa me sonrió y me preguntó:
-¿Y tú, cómo estas? ¿Que piensas de todo eso? ¿Como te lo tomaste?
`` Yo le sonreí a su vez, intenta al fin de escuchar las preguntas que tanto ansiaba tener. Y las respondí con detalles, detalles que nunca le había dado a nadie...
-Yo me siento muy sola desde que él no está, era el único de la familia que se fijaba en mí, era el único que me quería y necesitaba. Pienso que si no hubiese tenido a alguien como él, no hubiese podido ser como soy. Pienso que quiero volver a verlo y demostrarle lo que sus acciones han hecho en mi persona. Quiero agradecerle lo que hizo, porque si no hubiese hecho eso, no sería lo que conoces ahora.
-Cierto, pero, ¿no crees que se propasó contigo? Hacer eso está mal, todo el mundo lo dice...
Me encogí de hombros.
-Sí, se que está mal, pero después de todo, al menos me quería para algo, y eso es lo que a mí me importa. Mi vida cambió con sus actos, pero fui yo la que decidí aceptar a jugar, ¿no? También tengo algo de culpa.- Ella negó, y antes de que pudiera decir nada más le sonreí, llorosa y le contesté.- Créeme, desde un principio algo en mi interior me decía que estaba mal, pero necesitaba saber que alguien me necesitaba, por muy rastrero que fuera el acto en el que lo hacia. Yo solo veía a él, con una sonrisa, con caricias que me demostraban amor, y que nunca nadie antes me había demostrado.
``Ella se quedó callada y pensó en lo que yo le había dicho. Después me explicó su forma de verlo y fue la única vez en mi vida, que llegué a sentir algo de calor cuándo me abrazó.
``Sin antes éramos inseparables, ahora muchísimo más. Éramos como hermanas gemelas... pero, siempre hay algo que me separa de mis seres queridos. Así al cabo de unos dos años nos mudamos de nuevo, a otra ciudad distinta. Mi hermana se había ido de casa y mi madre no quería saber nada de ella. Nos fuimos por huir de los problemas a los que mi madre se tenía que enfrentar por culpa de mi hermana.
``Una noche no podía conciliar el sueño, así que dejé a mi mente vagar mientras miraba por la ventana de la nueva habitación. Contemplaba las estrellas y entonces escuché algo en la cocina. Me levanté de la cama y fui a mirar a ver si era mi madre que, de nuevo, se había levantado para tomar pastillas y poder así conciliar el sueño. Pero me llevé una gran sorpresa cuando pude ver la figura de mi padre alzándose en el salón. Corrí hacía él, y cuando ya estaba a punto de llegar mi madre chilló:
-No te acerques a él, Mary. Ni se te ocurra moverte un paso más.- Miré hacía atrás esperando encontrármela medio dormida, pero estaba vestida con un traje negro, y tacones a juego. Venia de la calle, estaba maquillada y miraba al fantasma de mi padre como si ya esperase encontrarlo. -¿Qué has venido hacer aquí?
Se acercó poco a poco a mi lado, me rodeó los hombros con su brazo y me atrajo hacia ella.
-Vengo a por ella, tal y como le prometí. Tal y como he estado viniendo este último año. ¿No me dejarás llevármela?- Sonrió, más no me sentí segura con esa sonrisa. No se parecía en nada a la sonrisa de mi padre.
-Papá, ¿has estado viniendo por mí?-Le sonreí, y mi madre apretó más mi hombro.
-No es tu padre, no le llames así porque no lo es.
-Pero…
-Ella tiene razón, no lo soy. Soy tu novio, ¿recuerdas?-Asentí contenta. Fui a dar un paso hacia el pero mi madre me volvió a tirar del hombro.
-Te he dicho que no te acerques a él. Nunca pensé que tendría que hacer esto así, pero el nunca fue tu padre, tu padre me dejó al poco de tú nacer y este… infeliz, vino a presentarse como mi nuevo marido. Y yo, ilusa de mí, acepte. Cometí el mayor error de mi vida.
Ahora lo entendía todo, o casi todo. El no era mi padre, así que por eso hizo todo aquello, por eso me utilizó, porque en realidad yo no le importaba. Algo en mi pecho se rompió, y sentí como toda mi sangre se helaba y me recorría un sudor frío por la espalda.
-Vete, ella no irá contigo.
-Eso lo tiene que decidir ella.- Me tendió la mano, y sonrió.- Entonces dime, ¿vendrás conmigo a observar las nubes de nuevo?
-Nunca…-Susurré.
-¿Cómo has dicho mi vida?- dijo el en tono burlón.
-He dicho que nunca, nunca más volveré a tolerar que me trates como una marioneta. Al principio me engañaste, pensé que me quería de verdad, pero todo era mentira. Me utilizaste… ¡No eres mi padre! ¡No has tenido nunca ni un mísero sentimiento de cariño hacia mi!...-mi madre me apretó el hombro como para respaldarme.- Ahora sé por que me compadecía de ti. Siempre, siempre, me has dado una terrible pena dentro del alma, algo me decía que necesitabas mi ayuda, ahora entiendo para que… para descubrir que todos tus actos son una terrible equivocación. Deberías de irte, arrepentirte ante Dios, y quizá, algún día recibas la gracia de entrar en los cielos.
Él rió de forma estrepitosa, y parte del suelo de la habitación se resquebrajó, llamaradas infernales salieron y se tragaron el alma del hombre al que un día amé, y por que en una época, hubiese hecho cualquier cosa.
``Por primera vez en mucho tiempo, mi madre me abrazó cálidamente, y me prometió que nunca más me dejaría sola. Pero, una vez más, rompió sus promesas. Al cabo de un par de meses se fue de nuevo a la ciudad donde residía mi hermana y me dejó sola en ese piso no tan nuevo, con esa fragancia a infierno que nunca se iba de la allí desde ese día. Y día tras día en mi mente se volvían a memorar los recuerdos de esos días que pasé con ese hombre, de lo feliz que era entre tus brazos, y te como deseaba volver a mirar las nubes con otra persona. Pero ahora, no tenia a nadie… nadie podía compartir conmigo aquel lugar lejano de nuevo. Y entonces un día el volvió, mi madre no estaba, y yo le temía, le temía muchísimo, pronuncio mi nombre tres veces y antes de salir corriendo a la calle escuche el alarido de placer que soltaba cada vez que se saciaba.
``Crucé la calle sin mirar y sentí como un dolor inmenso me atravesaba de punta a punta todo mi cuerpo. Mi alma contempló mi cuerpo inerte, desangrándose en mitad de la carretera, y pudo ver como un camión que no paro lo suficientemente deprisa, aplastaba mi cabeza contra el asfalto regándolo todo aun mas de sangre.
``Me entraron escalofríos y roge, roge que alguien viniera a buscarme, que no me dejaran allí, contemplando la escena, me acurruque sobre mi misma tapándome la cabeza con las manos y sentí como algo me elevaba.
Sonreí al ángel que me miraba desde lo alto del estrado, contemplando cada movimiento facial de mi cara.
-Gracias, Reguial. Me salvaste, y te lo agradezco, pero, sé que no está en tus manos que permanezca aquí, en los cielos.- Mire a los demás ángeles de la sala.- Solo pido, que se me juzgue por como pensé, por lo que sabia y por como actué aun sabiendo lo que sabia. No pido compasión, pido justicia.
Me incline y salí de la habitación esperando ansiosa a que al día siguiente tuvieran veredicto.
---------------------------------------------

Al día siguiente fui convocada en la sala comuna de nuevo, ya tenían mi veredicto. Uno de los ángeles se adelanto, y poniéndose frente a mí, con las alas erguidas, la cabeza alta y la mirada soberbia dijo;
-Por la vida que llevaste, por los actos cometidos, por los sentimientos que tuviste, por como muestras tu poca vergüenza al haberlos cometido, se te condena a vagar de nuevo como una mortal en el paraíso árido, lleno de hostilidad y amabilidad, odio y amor… No se te excluyen tus culpas de la vida anterior pero se espera de ti que no cometas los mismos errores. Se espera que sepas capaz de vivir concorde a tus criterios, y que no te dejes llevar por la mano de los demás. El día que vuelvas te recordaremos todas y cada una de tus acciones, de esta vida y al que tendrás, y será la ultima oportunidad de juzgarte. Se espera de ti, que no nos defraudes. Ahora, ángel Mary en practicas, conviértete en esencia y disfruta de tu nueva existencia.
Hice una breve reverencia y salí de la sala, dejando atrás todos los ángeles. Me acerqué al espejo de la esencia, dispuesta ya a atravesarlo, pero justo antes de entrar alguien me cogió del brazo. Mire hacia atrás y vi a Reguial con una sonrisa encantadora en los labios.
-Te esperare de nuevo, Mary, y cuando vuelvas surcaremos juntos los cielos y descifraremos el idioma de las nubes.
Le sonreí, y abrí la boca para contestarle cuando el bajó y unió su boca con la mía. Le abrace y toque las plumas de sus alas mientras nos besábamos, y cuando supe que ya era demasiado tarde, me aparte y le mire serena.
-No me prometas nada, no te prometo nada, pero ten por seguro, que daré lo mejor de mi para volver a tu lado.
Y cruce el espejo, me convertí en esencia y mi segunda oportunidad comenzó.