jueves, 26 de mayo de 2011

Tú.

Sabía que llegaría ese momento, cuando miraba al interior de tus pupilas y notaba que esa valla seguia erguida.
No tenía ninguna intención de herirte, y supongo que tú a mi tampoco. Entonces, ¿por qué lo aplazamos tanto? No lo sé.
Cuándo nos conocimos me sentí la persona más feliz del mundo, y ahora que no estamos juntos no tengo por dentro ese gusanillo que me decía ``vive´´.
Mi vestido blanco ya no vuela con el viento, mis zapatos negros de charol ya no brillan como antaño. Mi pelo no tiene vida y aunque lo adorno con hermosos lazos no captura la caricia del sol. Pero no quiero olvidar, solo quiero recordarte día y noche, y esperar a que en algún momento deje de doler.
Los niños juegan entre ellos, ya no preguntan por tí, saben que me hace daño recordarte. Les compré el perro que tu tanto querías y para tu sorpresa se lleva genial con Cloe. ¿Te acuerdas que dijiste que la refunfuñona y regordeta Cloe no conseguiría nunca hacer amigos? ¡Pues lo ha conseguido!
Tus cosas siguen aquí, aún no me atrevo a darlas porque pienso que puedes volver en cualquier momento. Aunque es un pensamiento extraño e inutil. Eso jamás pasará.
Cada 27 de Febrero enciendo una vela por tí, para que te cuides haya donde estés y no te olvides de nosotros. Te queremos, aún a pesar de tu marcha.
Siempre he querido que sepas que no te guardo ningún rencor y que mi genio de las últimas semanas eran producidas por el creciente sufrimiento que se avecinaba. Siento todas las mentiras que te dije. Pero al final, fue mejor para los dos. Ahora, aunque sé que no podrás contestarme pero si escucharme, te cuento todo esto frente a tu foto.
Te hemos ido a ver esta mañana, sigues como siempre. El picnic ha sido realmente bueno, y aunque tu no has podido compartirlo con nosotros, sabemos que te habría encantado. De lejos hemos contemplado como ha cambiado tu vida, y tu nueva casa nos ha parecido muy poco acogedor por eso te hemos puesto unas margaritas en la loza.
La próxima semana llevaré el pastel de frambuesas que tanto te gustaba. Espero que al menos puedas deleitarte mirandonos comerla. Nos vemos, no puede ser pronto porque aun debo cuidar de ellos, pero te prometo que nos volveremos a ver.
Te amo, cuidate dónde quiera que estes y esperame, porque iré en tu busca.

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